Imagina por un momento que te sigue un oso. Tu corazón se acelera, el sudor gotea por tu frente y sientes un miedo abrumador. Así es como se siente tener ataques de pánico: son episodios intensos de ansiedad que surgen inesperadamente, dejando tras de sí un rastro de miedo a que vuelvan a ocurrir.

Los ataques de pánico pueden ocurrir de manera impredecible y sin una causa aparente, lo que es muy preocupante para quienes los experimentan. Los síntomas de un ataque de pánico pueden ser similares a la respuesta natural del cuerpo para hacer frente al peligro, pero en este caso no hay un peligro real.

Aceptar el concepto de que el miedo no es nuestro enemigo, sino más bien una señal valiosa que puede comprenderse y regularse, representa un paso monumental hacia el logro de la recuperación. También te invitamos a leer el artículo sobre “Ataque de ansiedad“, para que puedas ver las diferencias que tiene con el ataque de pánico.

¿Tengo Ataques de Pánico o Trastorno de Pánico? ¿Cuál es la diferencia?

Ataques de pánico y trastorno de pánico son dos términos que a menudo se utilizan indistintamente, pero en realidad tienen diferencias importantes:

Según el sitio web National Anxiety Association, sufrir Ataques de Pánico es experimentar crisis de pánico repentinos e intensos. Mientras que el Trastorno de Pánico implica tener ataques de pánico REPETIDOS Y CONSTANTES. Es decir, el pánico comienza a interferir con la vida diaria y puede originar constantes miedos a que vuelva a ocurrir.

Muchas personas se preguntan ¿si se experimentan dos ataques de pánico seguidos significa tener un trastorno de pánico? Dos eventos de este tipo no necesariamente indican un trastorno, el trastorno de pánico implica la presencia de ataques recurrentes e inesperados, acompañados de preocupación persistente por futuros ataques.

El trastorno de pánico a menudo está relacionado con la agorafobia, que es el miedo a estar en lugares o situaciones donde escapar puede resultar desafiante o vergonzoso. La agorafobia puede ser bastante abrumadora y puede llevar a las personas a evitar cualquier circunstancia que pueda desencadenar ataques de pánico. Ambos son problemas de salud mental que requieren tratamiento. 

La relación del Trastorno de Ansiedad con tener un Ataque de Pánico

El trastorno de ansiedad se relaciona estrechamente con la posibilidad de sufrir un ataque de pánico, ya que ambas condiciones comparten síntomas similares como el miedo intenso, la sensación de perder el control y la dificultad para respirar, entre otros síntomas.

Las personas con trastorno de ansiedad tienen un mayor riesgo de experimentar ataques de pánico, ya que la ansiedad crónica puede debilitar la capacidad del cuerpo para regular sus respuestas ante el miedo.

Síntomas de los Ataques de Pánico

Los síntomas somáticos o físicos que pueden presentarse son:

• Palpitaciones aceleradas / Sensación de ataque al corazón
• Dolor en el pecho
• Dificultad para respirar / Sensación de asfixia
• Temblores
• Sudoración
• Mareos
• Náuseas
• Inestabilidad al estar de pie
• Boca seca
• Visión borrosa
• Rigidez en los músculos
• Desmayos
• Hormigueo o entumecimiento en las extremidades

Estos síntomas físicos pueden ser tan intensos que la persona que los experimenta puede llegar a creer que está sufriendo un ataque cardíaco o incluso que está muriendo.

También te invitamos a leer nuestros artículos de “Los efectos del estrés en el cuerpo: Cómo arruina tu bienestar físico y emocional” y “Los efectos físicos de la Ansiedad”.

Síntomas psicológicos:

• Pensamientos intrusivos persistentes
• Sensación de irrealidad o desconocimiento
• Pensamientos de desastre o fracaso
• Temor por no volver a la rutina habitual
• Sentirse perdido, desconcertado y desorientado

¿Cuánto duran los ataques de pánico?

La duración de los ataques de pánico varía, pero generalmente alcanzan su máxima intensidad en unos 10 minutos. Aunque la intensidad de los síntomas disminuye después de esos 10 a 20 minutos, es posible que el malestar y la ansiedad persistan durante horas. En algunos casos, los ataques pueden durar incluso más de una hora.

¿Cuáles son las causas de sufrir un ataque de Pánico?

Puede ser una mezcla de genética, estrés y cambios significativos en la vida. Si tienes un historial familiar de ansiedad o has vivido eventos traumáticos, podrías tener mayor predisposición a experimentarlos. El estrés desata una reacción química en tu cerebro que puede llevar a un ataque de pánico.

Entender las causas es vital para desactivar la bomba de tiempo que significa un trastorno de pánico. Saber que el estrés y la ansiedad son gatillos puede ser un primer paso para desarrollar estrategias de manejo y prevención. La empatía y el conocimiento son aliados en esta batalla por la tranquilidad.

Controlar ataques de pánico ¿Cómo tratarlos?

Experimentar ataques de pánico puede ser abrumador, pero es reconfortante saber que existen varias opciones de tratamiento disponibles. Desde terapias psicológicas hasta medicamentos recetados, o una combinación de ambos. Existen enfoques que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Es fundamental buscar el apoyo adecuado para tener el tratamiento que mejor se adapte a las necesidades individuales.

Terapia Cognitivo Conductual (TCC) para los ataques de pánico

La Terapia Cognitivo-Conductual puede ser eficaz para ayudar a controlar los ataques de pánico. Es una forma de tratamiento que se utiliza comúnmente en casos de ansiedad, incluyendo los ataques de pánico. La TCC busca identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o irracionales que pueden contribuir a los ataques de pánico. Además, la terapia también se centra en modificar los comportamientos que pueden estar asociados con los ataques de pánico, como evitar lugares o situaciones que pueden desencadenarlos.

El plan de tratamiento de la TCC para los ataques de pánico puede incluir varias técnicas, como la reestructuración cognitiva, la exposición gradual y la relajación muscular. Al cambiar la forma en que se piensa sobre los ataques de pánico y al enfrentar gradualmente las situaciones temidas.

Con la TCC se pueden reducir los síntomas y la frecuencia de los ataques. Si estás experimentando ataques de pánico, considera buscar ayuda de un profesional en salud mental que se adapte a tus necesidades específicas.

Buscar tratamiento con un proveedor de atención médica

La ayuda médica puede ser fundamental para manejar los síntomas que estás experimentando a corto plazo. Algunos pacientes con trastorno de ansiedad encuentran alivio en el uso de antidepresivos como los inhibidores de la recaptación de serotonina, que pueden ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de éstos ataques. Sin embargo, es importante buscar ayuda con un profesional en salud mental para identificar y tratar las causas subyacentes de la ansiedad y los ataques de pánico.

Los inhibidores selectivos de la recaptación (ISRS) son un tipo de medicamento antidepresivo que se utiliza comúnmente para tratar la depresión, la ansiedad y otros trastornos relacionados. Estos medicamentos actúan aumentando los niveles de serotonina en el cerebro, lo que puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y aliviar eficazmente los síntomas de ansiedad.

Terapia de Grupo

No subestimes el potencial de la terapia de grupo y el apoyo de tus seres queridos. Compartir tus experiencias y sentir el respaldo de los demás puede ser tan reconfortante como una manta abrigada en un día frío. Además, la comprensión y la paciencia de familiares y amigos son vitales para su recuperación.

Algunas medidas sencillas que puedes adoptar para controlar un Ataque de Pánico de forma eficaz

1. Intenta concentrarte en tu respiración
2. Respire profunda y lentamente para relajarse
3. Distrae tu mente, redirigiendo tu mente a otra cosa
4. Pasa tiempo con amigos o familiares para sentirte apoyado y acompañado
5. Encuentra un lugar tranquilo y relaja tus músculos respirando suavemente
6. Haga un esfuerzo por relajarse, especialmente cuando los pensamientos y sensaciones comiencen a intensificarse
7. Deja que tus pensamientos pasen por tu mente sin juzgarlos. Todos los pensamientos que se vengan reconócelos y déjalos pasar
8. Establece objetivos realistas y mantén tu vida organizada
9. Busca ayuda profesional si los ataques ocurren con frecuencia, en Bienestar Clicoclick podemos recomendarte a un profesional en salud mental que puede ayudarte

En conclusión, si usted tiene ataques de pánico constantes puede ser una experiencia bastante desalentadora, pero existen opciones de tratamiento efectivas y disponibles. La terapia psicológica, en particular, puede ser un gran aliado en el tratamiento para los ataques; al equipar a las personas con herramientas valiosas para comprender y dominar sus síntomas.

Un psicólogo o psiquiatra especializado en trastornos de ansiedad puede realizar una evaluación adecuada y diseñar un plan de tratamiento personalizado. También es importante ser consciente e identificar las posibles causas de la sensación de pánico y evitar desencadenantes conocidos. Identificar situaciones, pensamientos o emociones que aumentan la ansiedad puede ser útil para prevenir futuros ataques.

Además, practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga puede ayudar a reducir la intensidad y la frecuencia de los ataques de pánico. Estas técnicas pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo, proporcionando una sensación de control y bienestar.

En resumen, si usted está sufriendo de ataques de pánico constantes, no debe sentirse desesperado. Existen opciones de tratamiento efectivas y disponibles que pueden ayudar a controlar y superar los síntomas. La terapia psicológica, combinada con otras estrategias de autocuidado, puede brindarle las herramientas necesarias para comprender y manejar sus ataques de pánico. Recuerde que no está solo y que buscar ayuda profesional es el primer paso hacia la recuperación.