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Una mujer sostiene su teléfono frente a una ciudad por la noche, mostrando signos de estrés en su cuerpo.

Los efectos del estrés en el cuerpo: Cómo arruina tu bienestar físico y emocional

¿Te sientes estresado o tenso? Explora los efectos del estrés y sus síntomas físicos y emocionales

La palabra “estrés (stress)” tiene su origen en el idioma francés antiguo de la palabra “stresser” del término “estrece”, que significa “estrechamiento” u “opresión”. 

Todas las personas sienten estrés en el cuerpo durante las diferentes etapas de sus vidas, es una reacción biológica que nos ayuda a sobrevivir. Sin embargo, cuando aumenta la frecuencia de esta reacción de adaptación, los daños a nuestro cuerpo y mente pueden ser peligrosos y desencadenar enfermedades crónicas y trastornos mentales. Esto puede ser abrumador para alguien que no sabe cómo afrontarlo e incluso utilizan el fumar o beber alcohol como una salida inmediata para sobrellevarlo, esto al final se vuelve un laberinto del cual es muy difícil escapar.

Test de ansiedad

¿Cuáles son las causas de los problemas de estrés en la salud?

Existen diferentes detonantes que nos puede provocar estrés en el cuerpo, desde tener problemas que tengan que ver con la vida cotidiana, hasta eventos inesperados como la muerte de un ser querido, eventos traumáticos como un accidente automovilístico, incluso factores estresantes de larga duración como no estar satisfecho laboralmente, un matrimonio infeliz o hasta estar encerrado muchos días por el fenómeno de la pandemia.

Una ilustración de una mujer con una flor en el pelo.

El papel de las hormonas del estrés en el cuerpo

El estrés está ligado a los niveles de una hormona llamada cortisol, y se libera como respuesta al estrés. Cuando una persona experimenta estrés, su cuerpo produce y libera ésta hormona de forma natural en el torrente sanguíneo. Los altos niveles de cortisol pueden tener efectos desfavorables en el bienestar, como problemas de sueño, aumento de peso y debilitamiento del sistema inmunitario.

Otras hormonas liberadas y que se relacionan con situaciones de estrés son:

  • Adrenalina y noradrenalina: éstas se liberan durante los episodios de estrés agudo. Desempeñan un papel vital en la elevación de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y el suministro de energía adicional que actúa para dar salida a una situación desafiante.
  • Endorfinas: estas hormonas hacen contrarrestar los síntomas del estrés. Actúan como analgésicos naturales y generan sensaciones de bienestar. Durante y después de situaciones estresantes, el cuerpo puede liberar endorfinas para ayudar a mitigar el dolor y promover una sensación de calma. 

Tipos de estrés y los problemas de salud física: Identifica cuál afecta a tu sistema inmunológico, sistema digestivo y reproductivo

Te has preguntado ¿cómo afecta el estrés a nuestro cuerpo? Existen principalmente dos tipos de estrés: crónico y agudo. Cada uno tiene sus propias características y causas. 

Estrés crónico = a estrés a largo plazo

Surge cuando una persona experimenta estrés de forma continua o repetida durante un periodo prolongado sin tener la oportunidad de recuperarse adecuadamente.

Los síntomas de estrés crónico pueden ser:

Los síntomas persisten durante semanas, meses o incluso años, ensombreciendo el bienestar físico y mental y aumentando potencialmente las consecuencias negativas. Las personas que sufren estrés crónico necesitan una intervención rápida y un tratamiento adecuado con un consejero o terapeuta y un proveedor de atención médica. Esto es imprescindible para aliviar el impacto dañino que pueda tener el estrés en el cuerpo.

El estrés prolongado puede tener varios efectos negativos. Aquí enumeramos varios daños comunes de estrés crónico y que pueden derivar en enfermedades:

  • Sistema cardiovascular: El estrés prolongado puede repercutir en presión arterial alta, frecuencia del corazón e incluso aumentar el riesgo de desarrollar afecciones como hipertensión, enfermedades coronarias (infarto de miocardio) y accidente cerebrovascular (derrame cerebral).
  • Sistema inmunitario: El estrés prolongado puede debilitar éste sistema, haciéndote más susceptible a infecciones, resfriados y enfermedades en general. Además, puede afectar a la capacidad de tu cuerpo para curarse y recuperarse eficazmente.
  • Sistema digestivo: El estrés consigue afectar a la función digestiva, provocando síntomas desagradables como molestias estomacales, ardor de estómago, diarrea o estreñimiento. Además, puede empeorar las afecciones preexistentes como el síndrome del intestino irritable o las úlceras.
  • Sistema respiratorio: El estrés crónico puede repercutir en tu respiración, haciéndola más rápida o superficial. Esto puede provocar dificultad para respirar, dolor en el pecho o incluso ataques de ansiedad.
  • Sistema muscular y esquelético: El estrés en el cuerpo desencadena tensión muscular crónica, dolor de espalda y problemas musculoesqueléticos como el síndrome del túnel carpiano.
  • Salud Mental: El estrés prolongado también puede tener un impacto significativo en la salud mental, aumentando la probabilidad de desarrollar trastornos como la depresión, trastorno de ansiedad y el agotamiento emocional.

Es crucial tener en cuenta que el estrés en el cuerpo puede afectar tu salud de forma diferente y depende de diversos factores, como la genética, los hábitos de vida y la capacidad para afrontarlo. Si experimentas síntomas persistentes o preocupantes relacionados con el estrés o incluso una enfermedad, te recomendamos buscar ayuda profesional con un Terapeuta para obtener apoyo y orientación, ya que puedes estar tratando los síntomas físicos y disminuirlos, pero no estás afrontando el origen del problema que es la parte emocional.

Una mujer sostiene un termómetro para medir la temperatura de su cuerpo debido al estrés.

Estrés agudo = estrés a corto plazo

Esta clase de estrés funge como una respuesta inmediata y de corta duración a una situación estresante. Normalmente, se desencadena cuando una persona se enfrenta a una situación desafiante o amenazadora urgente. Los síntomas pueden ser intensos pero breves. Curiosamente, el estrés agudo puede ser algo beneficioso, ya que puede ayudar a afrontar situaciones difíciles y a actuar con rapidez. Una vez pasada la situación agobiante, los síntomas disminuyen y la persona vuelve a un estado de relajación.

Los síntomas físicos del estrés agudo pueden manifestarse a través del cuerpo:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial
  • Complicaciones para respirar como una respiración rápida y superficial
  • Tensión muscular y rigidez
  • Sudoración excesiva
  • Temblores o sacudidas involuntarias
  • Mareos o sensación de desmayo
  • Problemas digestivos, como dolor estomacal, náuseas, estreñimiento, vómitos o diarrea
  • Cambios en el apetito, como pérdida o aumento repentino
  • Dolores de cabeza intensos
  • Insomnio o dificultad para conciliar el sueño
  • Sensación de agotamiento o cansancio extremo
Un dibujo de un demonio con ojos rojos y cuernos, que refleja las manifestaciones físicas del estrés en el cuerpo.

El estrés también puede causar síntomas emocionales

  • Ansiedad persistente: Sentimientos continuos de preocupación, nerviosismo o inquietud
  • Irritabilidad exacerbada: Sensibilidad aumentada y reacciones exageradas ante situaciones cotidianas
  • Cambios de humor: Fluctuaciones emocionales, como sentirse triste, enfadado o irritable sin motivo aparente
  • Pensamientos y sentimientos de desesperanza o depresión: Pérdida de interés por actividades que antes te resultaban agradables y sensación general de desánimo
  • Dificultades de concentración: Problemas de concentración, pérdida de memoria y dificultades para tomar decisiones
  • Agotamiento emocional: Sentirse constantemente agotado y falto de energía, incluso después de un descanso adecuado
  • Aislamiento social: Retirarse de las interacciones sociales y evitar las actividades sociales habituales
  • Baja autoestima: Sentimientos negativos sobre uno mismo y disminución de la confianza personal
Una niña practica hula hula en el espacio, mostrando los efectos del estrés en el cuerpo.

Superar el estrés ¿Control del estrés o manejo del estrés? Hay una diferencia sutil entre ellos:

Controlar el estrés implica eliminar los factores que estresan tu vida. Esto significa reconocer y abordar los factores concretos que te causan estrés e intentar controlarlos o eliminarlos en la medida de lo posible. Por ejemplo, si tu trabajo es algo que te agobia, podrías explorar formas de delegar tareas, establecer límites saludables o incluso plantearte un cambio laboral.

En cambio, Manejar el estrés se refiere a realizar diversas técnicas y estrategias para minimizar sus efectos negativos. En lugar de centrarse en eliminar los factores que lo causan, implica aprender y practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda – relajante o la meditación, participar en actividades físicas como el ejercicio regular, establecer límites saludables, establecer rutinas de sueño adecuadas y dar prioridad al autocuidado. Aplicando estas prácticas, puedes navegar con eficacia y superar los retos que plantea el estrés en el cuerpo.

Cómo verás el control del estrés en el cuerpo implica realizar acciones que son más complicadas de hacer, ya que no todos tenemos las circunstancias y posibilidades de cambiar de trabajo de un día para otro, o cambiar de familia, o cambiar el tiempo que tardamos para trasladarnos de un punto a otro. Por eso en Bienestar Clicoclick te ofrecemos la opción de Terapia en Línea que puede ayudarte a aprender y poner en práctica técnicas de manejo de estrés.

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